INTENTO DE POEMA IV

MI CONFLICTO CON LA OBEDIENCIA

Una suerte de dictadura es,
incuestionable designio que acompaña
la vida de todxs.

Aparece con la farsa muy bien montada
de la educación, aparece para hacernos «corregir».

Una lucha pone en cuestión la razón y
especialmente la irracional obediencia se construye
para mi tristeza,
alza su pesada voz para decirme
que no sé nada, que no opine, que obedezca.

Cuando está, golpea mi propia voz, mi identidad,
asesina la libertad de hacer y deshacer,
me estrangula, me domina.

Ha estado desde toda mi existencia apareciendo,
como fantasma me persigue, tiene poder para doblegar
mis flacos intentos de rebeldías.

Desde pequeño me dijeron que debía obedecer y ya,
a mis padres, a lxs tíxs, a lxs maestrxs, a lxs policías,
a lxs jefxs, al presidentx, a lxs militarxs,
al dueño de la empresa porque sino me botarían.

«Yo no sé, yo lo que sé es que si yo no hago las cosas no aprendo»,
eso dicen los adultos que ya pasaron por el fuego sagrado
de la obediencia ciega, impuesta e irracional;
creen haber aprendido porque han obedecido.

Así mismo quiere este sistema enseñarme a ser heterosexual;
no soporta que simplemente sea sexual,
quiere hacerme blancx; no soporta que sea negrx,
quiere hacerme citadino; no soporta a lxs campesinxs,
quiere hacerme norteño; no soporta el Sur,
quiere hacerme hombre; no soporta que sea mujer,
quiere hacerme mujer; no soporta que sea hombre,
quiere hacerme madre; no soporta mi derecho a decidir sobre mi cuerpo.
quiere hacerme consumidor; no soporta que tenga poder,
quiere hacerme comprar; no soporta que comparta,
quiere hacerme un cuento; no soporta que yo tenga mi propia historia...

Vaya que odiosa,
vaya que odiosa,
pesada e insoportable cadena, la de la obediencia.

¿No es suficiente ya que haya existido durante miles y miles de años esa terrible cadena contra los pueblos?


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Domingo, 06 de marzo de 2016 hora 8:34 pm.