UN MARCO DE TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA SIMPLE PARA VENEZUELA: FIN A TODAS LAS SANCIONES
Imagen: One World
Por: Nino Pagliccia*
El 31 de marzo,
el Secretario de Estado de los EEUU emitió un comunicado de prensa proponiendo un “ruta” por
la cual todos los venezolanos después vivirían felizmente para siempre, al
menos fue lo que Mike Pompeo parecía desear. Él “convoca a todos los
venezolanos, ya sean militares o civiles, jóvenes o viejos, de todas las
tendencias ideológicas y afiliaciones partidarias a considerar este marco de
acción cuidadosamente y seriamente”. El documento de 13 puntos fue publicado en
la página web del Departamento de Estado de los EEUU con el título “Marco de Transición
Democrática para Venezuela”. Echemos un vistazo serio a esto
Observaciones
generales
Una inicial e
importante observación puede ser hecha antes de leer los 13 párrafos. Si esta
es una propuesta dirigida como una recomendación para resolver un impase entre
las partes, no alcanzará su objetivo porque ninguna propuesta “seria” puede ser
hecha unilateralmente y mucho menos de parte de un gobierno no amigo. En el
pasado reciente, los intentos de mediación internacional han sido
descartados categóricamente por Washington, sugiriendo las preferencias de los
EEUU por la política unilateral y otros intereses en relación a Venezuela.
Una segunda observación
general relacionada –que no necesitaría ser explicada– debe ser realizada sobre
el hecho de que Venezuela es un país soberano. Los demás gobiernos deberían
quedar fuera, a menos que el gobierno legítimo del país haga una solicitud
específica. Más de 120 gobiernos reconocen el gobierno de Maduro como legítimo,
incluyendo las Naciones Unidas.
El título es
también controversial. A menos que lo que se entienda por “transición” sea
resolver pacíficamente un conflicto, que es lo que el gobierno de Maduro ha
estado solicitando durante años de la oposición de extrema derecha, no hay otra
transición a ser considerada. En cuanto a “democratico”, la noción usada por
Washington ha perdido su real significado con el tiempo, especialmente cuando
ésta viene con aspiraciones de cambio de gobierno.
Esas tres observaciones
por sí solas habrían sido suficientes para sugerir que este plan fue una
ridícula decision tomada. De hecho, esto es un fracaso, pero para completar, echemos un vistazo a algunos de los 13 puntos.
Después de una
revision, notamos que hay siete menciones de levantamiento de “sanciones” en
diferentes pasos si ellos son seguidos de acuerdo a el “marco”. El autor
ya ha referido el inapropiado uso de la palabra “sanciones” en general. Su uso en
este contexto confirma que están destinadas a ser “penalidades por
desobediencia”. La denominación preferida es medidas coercitivas unilaterales.
¿Qué se supone
que debe hacer Venezuela para que la administración de los EEUU remueva la
“penalidad por desobediencia”? En corto, se le pide a Venezuela romper su
constitución de 1999 mientras que es pisoteada durante la “transición”, aceptar
la Doctrina Monroe, abrir sus puertas a las políticas neoliberales, y renunciar
a su autodeterminación.
La “Transición
Democrática” quiebra el orden constitucional
Por ejemplo, el
primer punto en parte pide, “El completo retorno de la Asamblea Nacional
(AN)… [y que] la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) sea disuelta.” Está
básicamente pidiendo a) legitimar una AN que estaba en desacato por forzar
miembros de forma ilegal; b) reestablecer a Juan Guaidó como orador sin tomar
en cuenta la elección que tuvo lugar en enero cuando él se rehusó a
participar; y c) romper la constitución para disolver la Asamblea
Nacional Constituyente constitucionalmente electa.
El punto número
5 solicita la aprobación de una ley de “Consejo de Estado”, “la cual
crea un Consejo de Estado que se convierte en el poder ejecutivo” pero esto ya
se está haciendo. De hecho, el 31 de marzo, el Presidente Nicolás Maduro asistió al Consejo de Estado para hacer frente “a una nueva embestida
imperial en medio del combate al COVID-19” y para asesorar al gobierno nacional
de acuerdo con los artículos 251 y 252 de la constitución venezolana.
El punto número
6 otorga otro ejemplo donde el orden constitucional debe ser roto durante la
“transición”. Este declara, “Todos los poderes asignados al Presidente por
la Constitución serán conferidos exclusivamente al Consejo de Estado.” El
artículo 251 establece, “El Consejo de Estado es el órgano superior de consulta
del Gobierno y la Administración Pública Nacional.” Éste no toma los poderes
del presidente.
La “Transición Democrática”
hace cumplir la Doctrina Monroe
Esto queda
claro en un muy corto párrafo como parte del tercer punto del plan. “Todas
las fuerzas de seguridad salen inmediatamente a menos que estén autorizadas por
3/4 de los votos de la AN.” El presidente James Monroe famoso por la
“Doctrina Monroe” del siglo IXX debe haber aplaudido desde su tumba junto a los
otros presidentes que le siguieron y que hicieron solicitudes similares a todos
los países de América Latina en un tiempo u otro. Esta es una referencia a la
presencia de los consejeros de seguridad y a los profesionales de la salud
cubanos, pero que también es probable que se trate de la cercana relación
Moscú-Caracas desde que Hugo Chávez era presidente y hasta este día con el
Presidente Maduro. El personal militar ruso ha estado dedicado al entrenamiento
de la Fuerzas Armadas Boliviarianas de Venezuela en el uso y mantenimiento de
armas, así como ejercicios militares conjuntos.
La “Transición
Democrática” abre las puertas a las políticas neoliberales
Citamos el
punto 9 en su totalidad: “La comunidad internacional provee apoyo
humanitario, electoral, de gobierno, de desarrollo, de seguridad, y económico,
con especial foco en el sistema de atención médica, agua y suministro de
electricidad. Los programas de bienestar social existentes, ahora se
complementarían con apoyo internacional, deben llegar a ser igualmente
accesibles para todos los ciudadanos venezolanos. Las negociaciones con el
Banco Mundial, el FMI, y el Banco Interamericano de Desarrollo para los
principales programas de apoyo.” Esto no require de ninguna otra
explicación excepto para enfatizar que la autodeterminación de
Venezuela será perdida.
El final feliz de acuerdo
con el guión del juego político o farsa de Washington a ser realizada en Caracas
es que las “elecciones presidenciales y de la AN sean llevadas a cabo” en 6-12
meses, Pero esta es una obra que no es producida en Venezuela. De hecho, los
venezolanos no serán partícipes ni protagonistas en este juego, como es de su
derecho constitucional ahora mismo. Ellos serán reducidos a desempeñar papeles
menores en un rincón del “patio trasero” de América Latina.
El gobierno de
Venezuela ha previsiblemente rechazado el plan de los EEUU. El Ministro de Exteriores Jorge Arreaza declaró públicamente a Mike Pompeo, “las decisiones en Venezuela se toman
en Caracas.” El gobierno de EEUU debe haber estado listo para la reacción el
día después de hacer público el plan de “transición democrática”. Este desplegó barcos de Guerra cerca de la costa de Venezuela para supuestamente
“proteger el pueblo estadounidense” del flagelo de las drogas ilegales
procedentes de Venezuela. No importa que la Oficina de las Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito reporte que el 84% de la cocaína que llega a los EEUU es a través de
Guatemala por el Pacífico Oriental y no por el Caribe.
Aquí hay una
idea de cómo los EEUU pueden ayudar en un real marco de transición democrática
en Venezuela: poner fin a todas las “sanciones” de forma incondicional,
devolver a Venezuela todas las propiedades incautadas para que los venezolanos
puedan continuar con su vida productiva para reiniciar la economía, y convocar
a la oposición radical a participar pacífica y democraticamente en
la vida política del país.
Vínculo de la
publicación original en inglés: https://n9.cl/csl3x
Edición y traducción del texto: Ciro Casique Silva
Edición y traducción del texto: Ciro Casique Silva
*Escritor y
activista venezolano canandiense. Militante del Frente para la Defensa de los
Pueblos Hugo Chávez de Canadá
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